lunes, 3 de diciembre de 2007

UN NORTE QUE SE NIEGA A MORIR

A pesar de las adversidades; de vivir en el desierto más árido del mundo, en un país donde la desigualdad económica y la centralización de los recursos forman parte de la cotidianidad, y donde cada cierto tiempo la naturaleza sorprende con movimientos que destruyen el esfuerzo de años de trabajo, los habitantes de las ciudades del norte de chile no pierden las esperanzas y al igual que sus antepasados “los pampinos del Salitre” mantienen la lucha firme en busca de un futuro auspicioso y una mejor calidad de vida.

Por: Elizabeth Vaca Carmona


Tocopilla por años fue la ciudad con mayor actividad económica del norte de Chile, el auge del salitre y la llegada de capital extranjero, atrajo a miles de chilenos que llegaron desde distintas regiones para erradicarce en el lugar y en distintas oficinas cercanas. Hoy la realidad es muy distinta, ya que esta es una de las ciudades más pobres del país, y el terremoto que afectó en los últimos días al norte de Chile, dejó a miles de familias sin hogar, sin trabajo y bajo una angustiante incertidumbre económica

Son las 12:30 hrs. y Manuel Acuña (38) tocopillano de nacimiento y padre de 4 hijos, acaba de llegar de la junta de vecinos de la Población Padre Hurtado, donde consiguió una caja con víveres para su familia, después de haber esperado 4 horas en una fila. Los alimentos por estos días en Tocopilla son un bien muy preciado. Después del terremoto de 7,8 grados, la mayoría de las familias de la nortina ciudad, enfrentan una difícil situación, perdieron sus humildes hogares, los que quedaron inhabitables o totalmente destruidos, no cuentan con una fuente de trabajo estable y los que trabajan son mal remunerados, y como si fuera poco los elementos de necesidad básica como agua, productos de aseo y sobre todo los alimentos, escasean en la ciudad y en los pocos lugares donde se pueden encontrar los venden a precios que los hacen inaccesibles.

Han pasado 10 días después del terremoto, tiempo en el que la familia de Manuel ha dormido en una carpa, al frente de lo que fue su casa. Margarita Calderón (37), esposa de Manuel, ordena dentro de unas cajas, la ropa de sus hijos que hace un rato le trajeron unos voluntarios del Hogar de Cristo, lava algunas ollas para preparar el almuerzo, mientras Manuel intenta encender un improvisado brasero con algunos trozos de madera. Con mucha nostalgia, ve como la madera por fin se enciende, comenta que con mucho esfuerzo construyó su casa, “yo la hice con mis propias manos” confiesa. Durante mucho tiempo juntó los materiales para poder terminarla, entre ellos los palos (madera) que hoy le sirven como leña para poder cocinarle a su familia.

Manuel y Margarita son hijos de trabajadores del salitre, ambos nacieron en Tocopilla, ninguno de ellos terminó la enseñanza básica. Margarita se a dedicado a la crianza de sus hijos, de entre 16 y 4 años, mientras que Manuel a trabajado toda su vida en el mar, en sus inicios en Tocopilla, pero la sobreexplotación de los productos marinos en este lugar lo obligó desde hace algún tiempo a desempeñar su oficio fuera de la ciudad, en una de las caletas que se encuentra camino a Iquique. Cada día se levantaba a las 3:30hrs de la madrugada, caminaba media hora desde su casa hasta la carretera, y esperaba que algún conductor lo llevara o acercara a la caleta en donde trabajaba.

El terremoto no solo destruyó la casa de Manuel, también lo dejo sin trabajo ya que la ruta que une Tocopilla con Iquique resultó con daños estructurales, motivo por el cual fue cerrada como mínimo por tres meses. Así como los Acuña Calderón, son muchas las familias de Tocopilla que después del terremoto perdieron sus fuentes laborales, lo que no les permite optar a mayores aspiraciones económicas o mejorar su calidad de vida.

A pesar de los desafíos que enfrentan estos tocopillanos, pretenden seguir luchando con más fuerzas y esperanzas que nunca. Margarita ordena la mesa para sentarse a comer y llama sus hijos menores que juegan con otros niños, mientras Manuel aconseja a Samuel (su hijo mayor) el escucha con atención a su padre que le pide que no cometa los mismo errores que el en su vida, con una voz temblorosa y la emoción que se torna evidente, le pide que estudie mucho, que por ningún motivo se le ocurra dejar los estudios, que no se preocupe por la comida que de alguna manera el se las arreglara para conseguirla, que el es el hermano mayor y tiene que ser un profesional porque si algún día ellos ya no están, tendrá que sacar a sus hermanitos adelante, y luchar siempre por ser buenas personas y en lo posible tener una vida mejor.

7 comentarios:

PEC dijo...

Creo que logró un muy buen nivel en la crónica en términos de la narración y la inslcusión de personajes. El conflicto está patente y se deja leer con mucha facilidad. Muy buen trabajo, pero debe revisar ortografía y redacción.

"Ha trabajado, ha estado", son formas verbales y por tanto ese "ha" es con H.
Revise redacción algunos párrafos están muy largos y necesitan de algún punto seguido.

Usted seguramente se refiere a radicarse (establecerse en un lugar) y no erradicarse, que es precisamente lo contrario.

NOTA: 6,2

Alumnos de Periodismo UCN dijo...

Buena crónica, Elizabeth, me parece que sabes manejar la emotividad de los personajes y la historia en sí. Claro que hay algunos errores ortográficos y que quizás podrías haber sustentado con más datos duros, pero estamos para aprender, ¿no?

Felicitaciones

Alumnos de Periodismo UCN dijo...

Stjepan Ostoic

Alumnos de Periodismo UCN dijo...

Me sorprendiste con tu cronica no sabia que tenias esa conciencia social tan fuerte, me parece bien que lo manifiestes. En los tecnicismos estoy de acuerdo con el profe, cuidado con el uso de ¨ha¨. No es malo utilizar hartos puntos seguidos de hecho le das más limpieza a los textos. El resto lo encontre buenisimo tienes buena redacción e hilo conductor.
Te felicito

Jime

yani dijo...

Eli:
Me gusto N tu crónica, se nota que te dedicaste, y sigues un hilo conductor en la narracíón. Eso es muy bueno, te felicito :)

Yanira Figueroa B.

Caja de Cassette dijo...

Amiga:

ta espectacular tu cronica,la encontre interesante y super veridica. Tuve la oportunidad de estar alli al dia sigueinte del terremoto y es una situacion catastrofica muy bien planteada en tu cronica,felicitaciones.

Alumnos de Periodismo UCN dijo...

ELI:
ME GUSTÓ BASTANTE TU CRÓNICA Y TE FELICITO POR LA NOTA (6,2) QUE EL PROFE TE PUSO.

FRANCISCA