lunes, 3 de diciembre de 2007

Querer tocar las estrellas

Querer Tocar las estrellas

Son miles de jóvenes que anhelan ser alguien en la vida, pero pocos logran cumplir ese sueño. En este caso son cientos de jóvenes que vienen motivados a jugar cada semana y cumplir el sueño del “pibe”, ser un gran futbolista.

Por Carlos Luz Aguilera

Son las 10 de la mañana, y los jugadores del Club Deportivo Ormazábal, “lolos” de 17 a 23 años promedio, con ansias van entrando al Estadio Regional, rumbo a la cancha número dos con objeto de entrenar y asegurarse un cupo para poder jugar como titular este fin de semana. Todos son muy jóvenes y se les ve en sus caras “de guagua” que no piensan en otra cosa más que pelotear el balón.

Roberto Solís (18) “el pájaro” como lo llaman sus compañeros, es el más nuevo del grupo. Todavía no ha podido entablar buenas relaciones con sus compañeros, pero sus actitudes con el balón ha ayudado que el grupo lo integre cada vez más. Pero se le nota en su cara que no viene hacer amistades, sino “a cumplir un sueño". “Mi sueño de toda la vida ha sido ser un gran futbolista, no sé empezar jugando aquí en Ormazábal, y luego si Dios lo quiere, saltar a un club más importante en el norte”, manifiesta “el pájaro” con las manos apuntando al cielo y una sonrisa de oreja a oreja.

Más allá, a tres metros donde se encontraba gran parte del grupo, se hallaba un joven que aparentaba ser él más antaño de todo. Era Esteban Soto de 22 años, lo apodan el “Chano” por su parecido a Lizardo Garrido, jugador emblema de Colo- Colo, que alzó la copa Libertadores de América en 1991. Él tiene una meta muy diferente a la del “pájaro” Solís. Su fin por jugar, es de ser alguien en la vida, y poder mantener así a su familia. “Yo no sé que hago aquí, a veces me pregunto, ¿por qué no mejor me busco un trabajo para ganar plata de forma más rápida?, pero me respondo que no sería feliz, que no podría ganar dinero si no fuera haciendo lo que me gusta, la de jugar fútbol. Sé que es egoísta mi pensamiento, pero a esta altura que voy hacer”, señala mirando al suelo y dibujando con su pie derecho un balón, en los pastos secos del Regional.

Luego de dos horas de entrenamiento, los jugadores cansados y agotados se dirigen donde el entrenador, Don Sergio Marchant (ídolo y ex jugador del Club Deportivo Antofagasta), para recibir la última charla y saber quienes serán convocados para el enfrentamiento que tendrán el fin de semana contra Municipal de Mejillones. Luego de 20 minutos de charla y de saber quienes fueron señalados para disputar el enfrentamiento del fin de semana, se van notando las dos caras de la moneda de los que se muestran alegres y tristes por la noticia. Se dio la coincidencia de que este contraste se reflejará en los protagonistas de nuestra historia. Por un lado el “pájaro”, fue citado y se va conforme al camarín a tomarse una ducha y volver a su casa a 316 Km. al noreste de Antofagasta, en San Pedro de Atacama. Por el otro lado, esta Esteban, que denota tristeza en su rostro y se va desconsolado por no ser convocado para el encuentro. Se dirige al camarín pateando piedras en el camino, y es el último en entrar a ducharse.

Ya cuando todos se fueron para sus hogares, el último que queda es el ayudante del director técnico del equipo, Don jorge “Cata” Catalán, guardando las ultimas cosas y dejando que todo esté en orden y que ninguno de sus “peques se haya condoreado dejando un desmán en los camarines”. Es un hombre que conoce mucho de este mundo, sabe las amarguras y las alegrías que se viven al jugar este deporte de multitudes. “yo veo a los jóvenes de ahora, y me emociona ver las ganas que tienen para jugar, muchos vienen con un solo objetivo, pero con la experiencia, sé que un solo joven puede venir con todas las razones que viene cada “lolo” al entrar a una cancha. Espero que cada uno de estos románticos al balón puedan cumplir sus sueños, y espero que por lo menos uno toque las estrellas”, dice emocionado, como si quisiera que algún de sus pupilos cumpla la meta que nunca pudo concretar la de triunfar como futbolista.

6 comentarios:

Ese soy yo, Christian Meneses Ulloa dijo...

Carlos
encontre que un tu crónica falto darle un poco mas al lado humano, o sea casi darle un enfoque mas personal en donde se vea el esfuerzo que hacen los jovenes para poder llegar a los entrenamientos y cosas asi.

En general me gusto mucho.

Buen trabajo!

Alumnos de Periodismo UCN dijo...

CARLITOS:
CONCUERDO CON EL CRISTIAN EN QUE LE FALTO EL LADO HUMANO, PERO CREO QUE TU CRÓNICA FUE MAS QUE NADA INFORMATIVA, PERO DENTRO DE TODA ESTA BUENA..MAS SENSIBILIDAD = HUBIERA SIDO BKN...SUERTE Y FELICITACIONES..ESCRIBES BIEN..SIGUE ADELANTE MI NIÑO.

FRAN

Marcela Torres dijo...

Carloooooos ! me gustó tu crónica, pero creo lo que le faltó fue la historia que atrapa, que no te permite dejar de leer. Faltó el enganche.Uno que otro tilde o punto mal puesto, pero el tema es muy interesante. Suerte ! :)

Anónimo dijo...

Encontre notable el tema, un psuedo viejo crack frustrado y el piriwin que lucha por ser titular.
Me gusto mucho pero por el hecho de que me gusta bastante el futbol ejejej, falta de algo más informativo, me sorprendio que no abordaste más lo del pendejin que vivia en San Pedro, IMPORTANTE SABER ESO.

YA En fin, suerte ! con el ramo

Francisco dijo...

no me gusto el tema pero bien la redaccion.

(Y)

PEC dijo...

Creo que en este tema usted trabajo una muy buena idea que daba para una gran historia. lamentablemente queda la sensación de que no logra llegar a la intimidad necesaria para describir los personajes. Las historias de superación son intersantes de aboradr y lo acercan con sus lectores.

Observo algunos problemas menores de redacción que le quitan ritmo al texto, la utilización de palabras como "con objeto de" están más para una noticia y no con el carácter cadencioso de la crónica.

Pudo utilizar el ángulo múltiple y así no cambiar el tiempo de la narración para la historia de el "Chano". Se supone que todas las historias ocurren en el mismo tiempo.

...Más allá, a tres metros donde se encontraba gran parte del grupo, se hallaba un joven que aparentaba...

Nota: 5,5