domingo, 25 de noviembre de 2007

Dolor de una muerte esperada

Dolor de una muerte esperada

“Perder a un familiar y saber que su muerte es inminente, es una pena interminable que empieza a suceder antes de que el suceso ocurra. “Es algo extraño, pero es una sensación que no se puede evitar...”, explica Meibu Flores.

Por Carlos Luz Aguilera.

Son las dos de la tarde de un día sábado que refleja que será un día despejado. Aproximándonos al mes de noviembre, la familia Ramos Flores, recibe de forma inesperada una llamada. Era el aviso menos deseado, pero el más esperado. La muerte del ultimó tío que quedaba con vida por parte de la madre. Salieron todos angustiados y congojados con la noticia y solamente atinaron a ir al lugar donde toda la familia se reuniría para velar a su ser querido.

Su muerte ya venía pesando en la familia muchos meses atrás, padecía cáncer al riñón y no tenía recuperación alguna. Jorge Flores de 78 años era el más tranquilo y se veía armonizado con una paz interna, sabía lo que le deparaba el destino, la muerte, pero no como él deseaba.

1 de noviembre, y la familia reunida con rareza y nostalgia por estar viviendo una situación que esperaban que sucediera en un tiempo más prolongado, realizan una peregrinación de amor por su ser querido, donde viajan a San Pedro de Atacama, lugar donde Jorge Flores vivió la mayor parte de su vida. Luego acuden al Cementerio General, donde está sepultado con los demás parientes generacionales, en él rezan y adornan el mausoleo con flores hechas por la sobrina mayor de 56 años, Meibu Flores. “Es sacrificado lo que hacemos pero lo hacemos con amor, y es lo mínimo que podemos entregarle hoy a mi tío”.

La señora Meibu recuerda cuando era pequeña, su tío venía a buscarla a ella y su hermano para llevarlo a su casa, para que jugaran con sus primos. “Eran horas y horas de juego, era feliz”, dice emocionada, antes de entrar para adornar su mausoleo de flores blancas y rojas, que representa paz y amor, dice la nieta mayor Alejandra Ramos (36). Ya son las tres de las tarde y el calor es desesperante, así lo siente la familia. Deciden salir a comer un bocadillo, y volver en dos horas más para estar los últimos momentos con su tío y los demás difuntos de la familia.

Vuelven serenos y risueños al cementerio general, como si la muerte del tío Jorge, fuera una inesperada excusa para que la familia se juntara y los lazos se unieran más fuertes que nunca. Ya empieza el sol a esconderse, y los cuerpos empiezan a mostrarse fatigados y cansados de una día agitado física y emocionalmente. Se van retirando del lugar, los más viejos con una actitud de pasividad, y los más pequeños se muestran cansados, pero el ambiente automáticamente los hace que muestren respeto por el momento y no se quejen como en un día normal.

Este es el comienzo de una nueva tradición de la familia Ramos Flores, de honrar a su tío y a los demás parientes que ya nos tan con ellos, peregrinando a San Pedro y luego al cementerio general, toda una iniciativa de amor y unión en la familia. Eso espera y enfatiza con las voz tiritando y una lágrima en los ojos Meibu Flores. “Mi tío un día me dijo: ‘algún día toda la familia se reunirá y la razón seré yo’, y así fue”, expresa emocionada, caminando serena y pasivamente a su hogar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ya que nadie opina ...

Me gustó, corta y precisa, pero algo que le encontre (y muy particular) fue que el titulo no concuerda con lo que es la historia.
Tambien la falta algo pequeño al caracter informativo, hablar un poquito más de lo de ''esperar la muerte''

Alumnos de Periodismo UCN dijo...

Enganche con tu crónica desde el comienzo,me parecio bastante bien que empezaras con la historia que expresaba todo lo que que dijiste en el titular. Además porque le diste un carácter distinto a las crónicas que leí anteriormente (en este blog). La encontré original en su estructura y ordenada,buena redacción.

Te felicito

Jimena Herrera

Alumnos de Periodismo UCN dijo...

El principio es un poco enredada eso que dice "la familia Ramos Flores, recibe de forma inesperada una llamada. Era el aviso menos deseado, pero el más esperado".
¿era inesperada o esperada? eso me confundio pero al seguir leyendo me quedó claro, desde mi punto de vista no está malo si se lee completo pero recuerda que el profe dijo que cada parrafo es independiente.
"La señora Meibu", la palabra señora no me gustó mucho porque el relato que haces hace verse en el lugar en su intimidad de familia y al poner señora se pierde eso y se siente que no tienes nada que ver ahi(por lo menos eso me pasó a mi).
creo que tus ideas fueron puntuales y conseguiste el objetivo, la redacción un poco muy explicada como por ej "su tío venía a buscarla a ella y su hermano para llevarlo a su casa".
pero bien, te felicito.

atte Dora